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jueves, 10 de noviembre de 2011

Biotecnologia


Biotecnología

Estructura del ARN de transferencia.

La biotecnología es la tecnología basada en la biología, especialmente usada en agricultura, farmacia, ciencia de los alimentos, medioambiente y medicina. Se desarrolla en un enfoque multidisciplinario que involucra varias disciplinas y ciencias como biología, bioquímica, genética, virología, agronomía, ingeniería, física, química, medicina y veterinaria entre otras. Tiene gran repercusión en la farmacia, la medicina, la microbiología, la ciencia de los alimentos, la minería y la agricultura entre otros campos. Probablemente el primero que usó este término fue el ingeniero húngaro Károly Ereki, en 1919, quien la introdujo en su libro Biotecnología en la producción cárnica y láctea de una gran explotación agropecuaria.1

Según el Convenio sobre Diversidad Biológica de 1992, la biotecnología podría definirse como "toda aplicación tecnológica que utilice sistemas biológicos y organismos vivos o sus derivados para la creación o modificación de productos o procesos para usos específicos".3

El Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología del Convenio sobre la Diversidad Biológica5 define la biotecnología moderna como la aplicación de:

Técnicas in vitro de ácido nucleico, incluidos el ácido desoxirribonucleico (ADN) recombinante y la inyección directa de ácido nucleico en células u orgánulos, o

La fusión de células más allá de la familia taxonómica que superan las barreras fisiológicas naturales de la reproducción o de la recombinación y que no son técnicas utilizadas en la reproducción y selección tradicional.

La Biotecnología

Definición:Biotecnología tradicional y biotecnología moderna

La biotecnología es el empleo de organismos vivos para la obtención de un bien o servicio útil para el hombre. Así, la biotecnología tiene una larga historia, que se remonta a la fabricación del vino, el pan, el queso y el yogurt. El descubrimiento de que el jugo de uva fermentado se convierte en vino, que la leche puede convertirse en queso o yogurt, o que se puede hacer cerveza fermentando soluciones de malta y lúpulo fue el comienzo de la biotecnología, hace miles de años. Aunque en ese entonces los hombres no entendían cómo ocurrían estos procesos, podían utilizarlos para su beneficio. Estas aplicaciones constituyen lo que se conoce como biotecnología tradicional y se basa en la obtención y utilización de los productos del metabolismo de ciertos microorganismos.

Los científicos actualmente comprenden en detalle cómo ocurren estos procesos biológicos lo que les ha permitido desarrollar nuevas técnicas a fin de modificar o copiar algunos de dichos procesos naturales para poder lograr una variedad mucho más amplia de productos. Los científicos hoy saben, además, que los microorganismos sintetizan compuestos químicos y enzimas que pueden emplearse eficientemente en procesos industriales, tales como la fabricación de detergentes, manufactura del papel e industria farmacéutica.

La biotecnología moderna, en cambio, surge en la década de los ’80, y utiliza técnicas, denominadas en su conjunto “ingeniería genética”, para modificar y transferir genes de un organismo a otro. De esta manera es posible producir insulina humana en bacterias y, consecuentemente, mejorar el tratamiento de la diabetes. Por ingeniería genética también se fabrica la quimosina, enzima clave para la fabricación del queso y que evita el empleo del cuajo en este proceso. La ingeniería genética también es hoy una herramienta fundamental para el mejoramiento de los cultivos vegetales. Por ejemplo, es posible transferir un gen proveniente de una bacteria a una planta, tal es el ejemplo del maíz Bt. En este caso, los bacilos del suelo fabrican una proteína que mata a las larvas de un insecto que normalmente destruyen los cultivos de maíz. Al transferirle el gen correspondiente, ahora el maíz fabrica esta proteína y por lo tanto resulta refractaria al ataque del insecto.

1. Concepto y breve historia de la biotecnología

La biotecnología, en un sentido amplio se puede definir como la aplicación de organismos, componentes o sistemas biológicos para la obtención de bienes y servicios.

Esto significa que desde hace miles de años, la humanidad ha venido realizando biotecnología, si bien hasta la época moderna, de un modo empírico, sin base científica:

La domesticación de plantas y animales ya comenzó en el período Neolítico.

Las civilizaciones Sumeria y Babilónica (6000 años a.C.) ya conocían cómo elaborar cerveza.

Los egipcios ya sabían fabricar pan a partir del trigo hacia el 4000 a.C.

Antes de la escritura del libro del Génesis, se disfrutaba del vino en el Cercano Oriente: recuérdese que, según la Biblia, Noé "sufrió" (o disfrutó) accidentalmente los efectos de la fermentación espontánea del mosto de la uva (primera borrachera con vino).

Otros procesos biotecnológicos conocidos de modo empírico desde la antigüedad:

fabricación de queso

cultivo de champiñones

alimentos y bebidas fermentadas: salsa de soja, yogur, etc.

tratamiento de aguas residuales

Por supuesto, hasta la llegada de la moderna biología, y en muchos casos hasta el siglo XIX, la base de muchos de estos procesos era desconocida. De hecho, solamente en el siglo XVIII cobra cuerpo la idea de que la materia viva puede ser estudiada como la materia inanimada, es decir, usando el método experimental, con lo que se inicia el lento declive de las ideas vitalistas (creencias erróneas de que "la vida depende de un principio vital irreducible a otras ramas de la ciencia"), que aún darían sus últimos estertores casi al final del siglo XIX. Algunos hitos científicos que sentarían la base de la biotecnología contemporánea:

Los primeros microscopistas, como van Leeuwenhoek y Hooke (siglo XVII) describen los "animálculos" que están fuera del alcance del ojo, si bien se tarda aún un par de siglos en captar la importancia de estas minúsculas criaturas.

El descubrimiento de que las fermentaciones se debían a microorganismos se debe a la gigantesca figura de Louis Pasteur, en sus estudios realizados entre 1857 y 1876.

En la última parte del siglo XIX existían ya instalaciones industriales para obtener etanol, ácido acético, butanol y acetona, aprovechando fermentaciones al aire libre en condiciones no estériles

A finales del siglo XIX, la "edad de oro de la bacteriología" permite:

mejoras importantes en las técnicas microscópicas

el desarrollo de técnicas asépticas, la esterilización y la pasteurización

la posibilidad de cultivar cada cepa microbiana sin mezclas con otras: cultivos puros en medios de cultivo de laboratorio.

A comienzos del siglo XX la bioquímica y la microbiología convergen, estableciendo las bases enzimáticas y metabólicas de muchos procesos de fermentación. Se desarrollan procedimientos industriales para producir enzimas (invertasa, proteasas, amilasas, etc.).

Desde la década de 1940, las técnicas de ingeniería química, aliadas a la microbiología y a la bioquímica, permiten la producción de antibióticos, ácidos orgánicos, esteroides, polisacáridos y vacunas.

La penicilina comenzó a fabricarse en plena II Guerra Mundial, como resultado de avances importantes en técnicas de esterilización a gran escala, mejora de las instalaciones de fermentación (incluyendo la cuestión de la aireación), cultivo del hongo, etc. A partir de entonces se diseñaron estrategias para mejorar genéticamente las cepas microbianas industriales.

Las décadas siguientes fueron de eclosión de producción de antibióticos así como de transformaciones de esteroides y de cultivo de células animales para la producción de vacunas antivirales.

Las décadas de los 60 y 70 vieron la mejora de procesos de obtención de pequeños metabolitos como nucleósidos, aminoácidos y vitaminas.

Los procesos de fermentación experimentaron mejoras con las técnicas de inmovilización de células y enzimas en soportes, y con la fermentación continua para obtener proteína de células sencillas (biomasa microbiana).

Polímeros microbianos como xantanos y dextranos se obtuvieron industrialmente, con apliaciones en el campo de la alimentación (como aditivos).

Pero incluso bien avanzado el siglo XX, cuando la Genética había resuelto el misterio de la naturaleza del material de la herencia, las posibilidades que había para actuar sobre dicho material eran limitadas: cruces entre plantas y animales de la misma especie (o de especies similares), selección de los individuos con rasgos deseados, retrocruzamientos (un proceso largo y lento), mutaciones con agentes físicos (rayos UV, rayos X) o químicos, con ulterior búsqueda (selección o rastreo -screening) de alguna variante de interés (algo tedioso y frecuentemente infructuoso), etc.

Debemos esperar a la década de los 70 para que surja un conjunto de técnicas de laboratorio revolucionarias que por primera vez permiten "tocar" de modo racional el sancta sanctorum de la vida. Son técnicas y herramientas con las que se puede modificar el ADN de acuerdo a diseños previos y objetivos concretos (de ahí el nombre popular de Ingeniería Genética).

La Ingeniería Genética (I.G.), mejor llamada tecnología del ADN recombinante in vitro, se caracteriza por su capacidad de cortar y empalmar genes o fragmentos de ADN de organismos distintos, creando nuevas combinaciones no existentes en la Naturaleza, combinaciones que ponemos a trabajar en el interior de una variedad de organismos hospederos, para nuestro provecho.

1.1. La biotecnología es intrínsecamente interdisciplinar

La actual biotecnología es una empresa intensamente interdisciplinar, caracterizada por la reunión de conceptos y metodologías procedentes de numerosas ciencias para aplicarlas tanto a la investigación básica como a la resolución de problemas prácticos y la obtención de bienes y servicios.

Algunas de las ramas de conocimiento implicadas en la biotecnología:

Microbiología

Bioquímica

Genética

Biología celular

Química

Ingeniería (bio)química

Ingeniería mecánica

Ciencia y Tecnología de alimentos

Electrónica

Informática

El avance de la biotecnología dependerá cada vez más de esta colaboración entre disciplinas, y en el uso de lenguajes y paradigmas comunes, así como en que cada tipo de especialista comprenda los logros y limitaciones de las otras ramas biotecnológicas.

1.2. La biotecnología presenta muchos campos de aplicación

Dejando aparte el hecho ya reseñado de que las técnicas biotecnológicas (principalmente las genéticas) encuentran su primera utilidad en el avance de las propias Ciencias de la Vida, desde el punto de vista de su aplicación comercial e industrial, podemos decir que el campo de utilidad es inmenso:

Aplicaciones terapéuticas

productos farmacéuticos:

antibióticos

vacunas

hormonas

terapias génicas

Diagnósticos

diagnósticos para salud humana

diagnósticos para agricultura y ganadería

ensayos para calidad de alimentos

ensayos para calidad ambiental

Alimentación

mejora de procesos tradicionales de obtención de alimentos y bebidas

nuevos alimentos y bebidas

nutracéuticos: alimentos con perfiles determinados de nutrientes, y para la mejora de la salud

aditivos alimentarios

Medio ambiente

tratamiento de residuos urbanos, agrícolas e industriales

biorremedio y biorreparación

producción de energía a partir de biomasa

No podemos olvidar que muchas de las biotecnologías de las que nos beneficiamos son muy antiguas, y que en ellas se está logrando una fase de madurez auspiciada por los nuevos adelantos técnicos (p. ej., la tecnología de las fermentaciones). De hecho, muchas de las innovaciones que se están produciendo no son tanto de nuevos productos cuanto de mejoras en los procesos. De cualquier manera, ya estamos viendo la entrada de nuevos productos, en forma de nuevos fármacos y de plantas transgénicas con características novedosas.

Dejando aparte las tecnologías de fabricación de vacunas, la mayor parte de las otras áreas biotecnológicas requieren producir grandes cantidades de sustancias, del orden de kilogramos a toneladas, por lo que uno de los principales aspectos es el del "escalado" a esas grandes cantidades. Esto supone un gran reto a los ingenieros, ya que deben diseñar fermentadores de gran tamaño, donde hay que controlar diversos parámetros, como pH, temperatura, oxígeno y otros gases, etc. La tecnología de fermentación cobró ímpetu a partir de los años 40 del siglo XX, cuando se comenzaron a fabricar antibióticos y otras moléculas (ácidos orgánicos, hormonas, enzimas, polisacáridos, etc) por medio de microorganismos.

Por lo tanto, aunque la atención pública se ha centrado en la moderna biotecnología que usa técnicas de ADN recombinante, no podemos olvidar que ya antes existía otra biotecnología, que hoy sigue pujante, y que se puede beneficiar de los nuevos enfoques.

Las biotecnologías, al usar catalizadores biológicos que funcionan a bajas temperaturas y materias primas renovables, pueden contribuir a una economía más "verde" (ecológicamente sustentable). Se espera que puedan sustituir a procesos químicos contaminantes.

En los paises con condiciones climáticas apropiadas (p.ej., en los trópicos), la producción y uso de biomasa puede presentar muchas ventajas. La obtención de energía de biomasa (p ej. residuos celulósicos) es una gran promesa para evitar la dependencia de combustibles fósiles en ciertas partes del mundo.

Los altos costes (económicos y ecológicos) de las energías tradicionales pueden suponer un incentivo para buscar en la biotecnología procesos de producción más rentables. Si además, se incluyen en los procesos industriales los costes ecológicos (hasta ahora tenidos como "externalidades" por la teoría económica tradicional), las alternativas de base biológica pueden ser más favorables que muchas contaminantes que se están empleando.

Los incentivos son aún mayores en el caso de la producción de sustancias de alto valor añadido, como diagnósticos y productos terapéuticos, para las que las biotecnologías permiten abrir nuevos mercados muy atractivos, con productos destinados a mejorar la salud y calidad de vida de la población.

1.3 Los tres núcleos de la biotecnología

Según John Smith (1996), muchos procesos biotecnológicos, especialmente los que se realizan en entornos cerrados industriales, tienen un triple núcleo:

obtener el mejor catalizador biológico para una función o proceso específico

obtener el mejor ambiente para la función de ese catalizador biológico, mediante una serie de diseños técnicos en los que es fundamental la ingeniería química

procesamiento del material, consistente en separar y eventualmente purificar el material biológico producido

Veamos cada uno de estos tres componentes:

En la mayoría de los casos, el catalizador biológico son células vivas, sobre todo microorganismos. Por ello, uno de los pilares de la biotecnología es precisamente la microbiología (entendiendo esta en sentido amplio de biología microbiana). Parte de lo que hemos aprendido sobre el manejo de microorganismos se puede aplicar, con modificaciones, al manejo de células de animales y plantas, que cada vez son más importantes en la biotecnología. Varias son las características que hacen atractivos a los microorganismos:

la biodiversidad microbiana es gigantesca; de hecho, solo hemos investigado una pequeña parte de ella. Conforme los biólogos básicos aprendan a recuperar más biodiversidad y a conocerla, habrá más cepas disponibles con propiedades potencialmente útiles para los humanos

las capacidades metabólicas de los microorganismos, como conjunto, son las más amplias de todos los seres vivos. Los genomas microbianos esconden tesoros aún ocultos, pero que se van revelando poco a poco, y ahora de modo más rápido, una vez que se van complentando sus mapas y secuencias (actualmente existen varias decenas de genomas secuenciados). Las actividades biosintéticas y degradativas de estos microorganismos presentan oportunidades extraordinarias para numerosas aplicaciones.

los microorganismos crecen rápidamente, y en muchos casos son fáciles de manipular desde el punto de vista genético. Esto hace que sea relativamente fácil usarlos como factorías microscópicas para obtener productos útiles en tiempos relativamente cortos.

Una parte esencial del aprovechamiento de los microorganismos reposa en nuestra capacidad para conservarlos viables durantes largos periodos de tiempo, y para que sus características útiles sean estables

en muchos casos, en lugar del microorganismo, se puede recurrir a aislar alguna o algunas de sus enzimas, y se las pueden poner a trabajar en condiciones ventajosas y rentables.

El segundo componente o núcleo de las biotecnologías estriba en el entorno industrial en que ponemos a funcionar las células o las enzimas. Esto nos lleva al concepto de biorreactor, un entorno cerrado y controlado para que nuestros catalizadores biológicos hagan lo que queremos con la máxima eficiencia. En esta parte de la biotecnología se requiere la colaboración estrecha entre los biólogos y los ingenieros de bioprocesos, incluyendo los ingenieros químicos. Se trata de diseñar biorreactores o fermentadores, especies de cubas cerradas diseñadas para controlar diversos parámetros que condicionan la buena producción: temperatura, aireación, pH, etc.

Finalmente, queda el área quizá más desconocida y compleja, el procesamiento de la biomasa o de la sustancia producidas: separación de las células respecto del medio acuoso en que han funcionado, recuperación eficiente del producto buscado, purificación, etc.

A todo esto tenemos que añadir que un factor importantísimo en el desarrollo de la biotecnología es la evaluación de la seguridad del producto, sometida a controles rigurosos según normativas nacionales e internacionales. De hecho este factor es tan importante que se puede convertir en limitante, de modo que las regulaciones estrictas desincentivan ciertos desarrollos biotecnológicos. Por todo ello, es importante que tales regulaciones sean realistas, y no exijan más de lo que la evidencia científica sugiere, manteniendo en todo momento la preservación de la salud y el medio ambiente. A su vez, las regulaciones reflejan la percepción pública de los riesgos y promesas de la biotecnología. Por ejemplo, hoy en Europa la percepción pública ha logrado prácticamente una parada en las plantas transgénicas, a pesar de los informes científicos que dicen que en la mayor parte de los casos, sus riesgos son similares a las plantas convencionales. Habrá que llegar a un diálogo racional entre los diversos actores (científicos, empresas, consumidores, ecologistas, etc), para asegurar el correcto empleo de estas tecnologías, que por un lado no impida aplicaciones benéficas sin riesgos, y por otro regule adecuadamente aquellos ámbitos donde las dudas razonables hagan recomendables más restricciones. El ideal sería permitir todo aquello que aporte beneficios sin aumentar riesgos, pero no caer en el error de prohibir usos positivos solo bajo vagas ideas de riesgos no sustanciados, en buena parte imaginaciones y tergiversasiones de grupos de presión que pueden esconder agendas políticas ocultas.

2. Algunos aspectos clave en las biotecnologías

2.1 Materias primas

Las materias primas para alimentar los procesos biotecnológicos industriales pueden ser muy variadas, pero el hecho de que en su mayoría se trate de materias naturales biodegradables las hace muy atractivas. Lo ideal sería emplear subproductos de otras empresas, con lo que el proceso se abarata y se eliminan problemas ambientales:

se usan mucho desechos ricos en carbohidratos de ciertas industrias:

melazas procedentes del procesamiento de caña de azúcar y remolacha azucarera. En Brasil usan la caña de azucar para fabricar bioalcohol (Gasohol) como biocombustible

desechos ricos en almidón: de granos como el maíz, de tubérculos como la tapioca o la patata. El problema aquí es que el almidón debe primero ser degradado a monosacáridos u oligosacáridos antes de la fermentación industrial, pero ciertos procesos biotecnológicos son ya competitivos, como la producción de jarabes ricos en glucosa o fructosa, usados como endulzantes en alimentos y bebidas. En Suecia eliminan los desechos contaminantes del procesamiento de la patata con un método a base de levaduras, que produce biomasa potencialmente valiosa.

Existe un gran interés en usar como materia prima desechos agrícolas e industriales ricos en celulosa. Desgraciadamente, la celulosa es compleja, y su asociación con la lignina hace que aún no existan procesos industriales operativos. Pero si en un futuro logramos superar las barreras técnicas, tendremos una materia prima abundante, y podremos aprovecharla al tiempo que evitamos problemas ambientales. De hecho, la lignocelulosa es la materia renovable más abundante de la biosfera, y la esperanza es poder aprovecharla en un próximo futuro.

De la misma manera, sería estupendo poder aprovechar otros desechos de las actividades humanas como materias primas para los microorganismos industriales, elimando así problemas de polución ambiental. La idea sería acoplar una industria que crea efluentes contaminantes con una bioindustria que pueda aprovechar los residuos de la primera, creando productos útiles y riqueza adicional, y sin que los costes totales sean elevados (aunque ya el hecho de eliminar una fuente de contaminación de puede considerar como algo positivo)

ya se usan desechos procedentes de las industrias papeleras

igualmente se aprovechan los lactosueros (residuos ricos en lactosa) procedentes de las queserías

El empleo de metanol puede ser útil en ciertos procesos, ya que el metanol es "limpio" y se puede obtener fácilmente a partir del abundante metano. En un futuro podría ser rentable para fabricar alimentos para animales.

2.2 Mejora genética: Ingeniería genética

(Para una ampliación sobre ingeniería genética, especialmente por lo que respecta a la creación y rastreo de genotecas, véase artículo acompañante).

Tradicionalmente, la manera de mejorar genéticamente los organismos industriales reposaba en

la inducción de mutaciones (con mutágenos), seguida de selección o rastreo de los mejores mutantes. La búsqueda de mejoras en la producción de proteínas (incluyendo enzimas) es más fácil que la de la producción de otras moléculas (polisacáridos, antibióticos, aminoácidos, etc), porque cada proteína depende normalmente de un solo gen, mientras que los metabolitos se sintetizan por rutas complejas donde intervienen varias enzimas, cada una sintetizada por un gen diferente, y con regulaciones a menudo complicadas.

en los protocolos de selección, se suele aplicar una presión selectiva que favorece el crecimiento del tipo de mutantes buscados, en detrimento del resto de microorganismos

en los protocolos de rastreo (screening, en inglés) crecen todos los microorganismos, pero se pueden identificar las variantes deseadas sobre la base de que presentan ciertas características que las diferencian de las demás

la mezcla de genomas mediante fenómenos de sexualidad, o parasexualidad (las bacterias no tienen sexo, pero algunas tienen fenómenos parasexuales como la conjugación, que se pueden aprovechar para transferir material genético de unas cepas a otras).

Algunos inconvenientes de estas técnicas tradicionales de mejora:

los programas de mejora suelen ser muy largos y tediosos, y a menudo no dan los resultados deseados

el efecto principal de la mutagénesis es originar mutaciones aleatorias en el organismo, la mayor parte de las cuales son negativas para su supervivencia, o empeoran algunas de sus características originales. Raramente se dan mutaciones que conducen a la aparición de propiedades nuevas positivas, y en todo caso, el proceso de su búsqueda es a menudo muy complicado. Además, incluso cuando se selecciona un tipo estimado adecuado, a menudo presenta otras mutaciones que son negativas (p. ej., haciendo que crezca más lentamente, o que sea más sensible a factores ambientales)

lo anterior obliga a trasladar la mutación "positiva" a un fondo genético distinto (normalmente una cepa silvestre o que ya había sido seleccionada como buena en un programa anterior). Esto complica y alarga la mejora genética, e incluso en algunos organismos no se logra la adecuada introgresión de ese rasgo en la cepa deseada.

frecuentemente los organismos seleccionados para la producción acumulan mutaciones desconocidas que no se caracterizan

muchos microorganismos industriales carecen de ciclos sexuales, lo que dificulta e incluso impide transferir rasgos útiles de modo sencillo, dejando como única alternativa la mutagénesis y selección

en las especies dotadas de sexualidad, la mejora por recombinación genética está limitada al cruce entre razas de la misma especie, o de especies compatibles

Pero la llegada de la Ingeniería genética ha supuesto la superación de muchos problemas que tenía la mejora clásica, sobre todo en aquellos microorganismos que carecen de sexualidad. Además, permite mejoras menos aleatorias y más precisas, transfiriendo genes de cualquier origen al organismo donde queremos expresarlos.

2.2.1 Antecedentes y surgimiento de la Ingeniería Genética

Aunque la Genética es la base de toda la Biología, su desarrollo como ciencia es de los más tardíos. Veamos esquemáticamente algunos eventos esenciales para entender el surgimiento de la tecnología del ADN recombinante:

A partir de 1865, Mendel establece las bases de la genética. En sus famosos experimentos con el guisante, descubrió el modo de transmisión de ciertos caracteres desde una generación a las siguientes, y su "mezcla" en el aporte materno y paterno.

Los hallazgos de Mendel permanecieron en el olvido hasta 1900, cuando sus leyes son redescubiertas por Correns, De Vries y Tschermarck.

En 1909 se acuña el término "gen" (o gene) para referirse a la entidad hipotética responsable de los rasgos observables.

En 1913 se obtiene el primer mapa genético, con 6 genes.

En 1920 Morgan y Muller establecen su Teoría cromosómica de la herencia: los genes, localizados en los cromosomas, son las auténticas unidades de la herencia, tanto unidades de variación como unidades de transmisión. Es decir, la herencia presenta un doble aspecto: el de la transmisión de los caracteres (estudiado por las leyes de Mendel) y el de la expresión, es decir, el genotipo (conjunto de genes) determina el fenotipo (rasgos observables).

Pero la naturaleza del material genético fue objeto de polémicas durante mucho tiempo, hasta que entre los años 40 y primeros 50 una serie de autores (Avery y colaboradores, Hershey y Chase, etc.) establecen firmemente que el material de la herencia reside en el ácido desoxirribonucleico (ADN; DNA).

Por esos mismos años, Beadle y Tatum proponen la teoría conocida como "un gen-una enzima", que correlaciona cada unidad genética con el producto de su expresión, es decir cada gen se expresa como una determinada proteína. Desde entonces, se produce la definitiva unión de la genética con la bioquímica.

En 1945, Schrödinger escribe su influyente libro ¿Qué es la vida?, una visionaria fusión de la Teoría de la Información con la Biología, que iba a contribuir poderosamente a la naciente biología molecular, inspirando a profesionales procedentes del campo de las ciencias químico-físicas.

En los 40 y 50 se produce, en efecto, un "desembarco" de físicos y cristalógrafos en el abordaje de cuestiones biológicas. Es la época del florecimiento de técnicas como la difracción de rayos X, la ultracentrifugación y la cromatografía.

En 1951 un joven biólogo estadounidense, James Watson, llega al laboratorio Cavendish de la Universidad de Cambridge, para pasar una estadía postdoctoral. Allí se une al inglés Francis Crick, y 18 meses más tarde (primavera de 1953) publican en Nature su modelo tridimensional de la doble hélice del ADN.

El modelo explicaba simultáneamente la herencia y la expresión del material genético. Éste consiste en un lenguaje basado en cuatro "letras", las cuatro bases nitrogenadas adenina (A), guanina (G), citosina (C) y timina (T).

Se abría en principio una nueva manera de estudiar la base genética de los seres vivos: de dentro (genotipo) a fuera (fenotipo), al revés de lo que se venía haciendo desde Mendel (la observación de la transmisión del genotipo permitía inferencias sobre el genotipo).

A continuación se abre un decenio llamado a menudo la "Edad de Oro de la Biología Molecular", que pone las bases de la comprensión de los procesos básicos de la herencia y de la expresión genética:

replicación del ADN: papeles de la ADN-polimerasa, los cebadores (primers), el molde.

Transcripción: una de las cadenas de ADN es copiada por la ARN-polimerasa hasta un ARN mensajero

El ARN mensajero es leído (traducido) por los ribosomas para dar una proteína. De este modo, el mensaje lineal del ADN se convierte en el mensaje tridimensional de la configuración de la proteína

El "Dogma Central" de la Biología Molecular: la información fluye unidireccionalmente en sentido ADN -> ARN -> proteína.

El desciframiento del código genético: el lenguaje del ADN consta de "palabras" de tres letras (nucleótidos), llamadas codones. Cada codón tiene un equivalente en el lenguaje de la proteína, significando uno de los 20 aminoácidos. El código genético está "degenerado", es decir, tiene cierto grado de redundancia: algunos de los aminoácidos pueden venir determinados por más de un codón. Existen 64 codones, de los cuales tres carecen de sentido: no tienen equivalente aminoácido, y en vez, sirven como señales de parada de la traducción del mensajero.

Jacob y Monod estudian en profundidad un sistema de expresión y regulación genética en la bacteria Escherichia coli: desarrollan su concepto del operón, como unidad de expresión y regulación a nivel de transcripción.

Tras la "Edad de Oro", empiezan a surgir algunas sorpresas que desafiaban ideas fuertemente establecidas:

Los genes eucarióticos son "discontinuos": están compuestos por una alternancia de segmentos que entrarán a formar parte del ARNm maduro (exones) y segmentos que se eliminan (intrones). Este proceso de maduración del ARN se denomina corte-y-empalme (splicing).

Algunos virus (retrovirus) poseen material genético de ARN, que es convertido a ADN por una enzima llamada reversotranscriptasa.

Se confirman los tempranos (y semiolvidados) estudios de Barbara McClinctock: hay segmentos del material genético capaces de moverse de un lado a otro de los genomas (elementos genéticos transponibles). El material genético es más dinámico y cambiante de lo que se había sospechado.

Pero aparte de estos avances básicos, a finales de los años 60, seguía pendiente de plasmación una de las expectativas abiertas por el descubrimiento de la estructura del ADN: ¿cómo llegar a "tocar" el ADN?, ¿cómo estudiar cada gen por separado, aislándolo físicamente de los demás?, ¿cómo determinar su secuencia de bases?

Durante mucho tiempo, lo único que se podía secuenciar era ARN:

desde 1964 se secuencian algunos ARN transferentes, que constan de 75 a 85 bases.

Los métodos se fueron perfeccionando, de modo que en 1975 se pudo conocer la secuencia de un minúsculo genoma: el ARN del virus bacteriano Fi-X-174 (unos 4000 nucleótidos).

Sin embargo, para estudiar genes había que ser capaces de aislarlos uno a uno a partir del cromosoma, que es demasiado grande para su manipulación inmediata. Pero no se habían descubierto nucleasas específicas capaces de cortar en puntos determinados del ADN para generar fragmentos discretos y homogéneos. Ante este estado de cosas, algunos líderes de la Edad de Oro, consideraron que los problemas básicos de la biología molecular estaban resueltos, y decidieron migrar a otras áreas de conocimiento (biología del desarrollo, neurobiología, etc).

Como tantas veces ocurre en la ciencia, fue una humilde línea de investigación básica la que abrió definitivamente el camino a la manipulación del ADN:

En 1953 se descubrió el fenómeno llamado de restricción: ciertos fagos (virus bacterianos) que parasitan a E. coli podían desarrollarse en ciertas cepas de esta bacteria, pero no podían hacerlo en otras (se dice que están "restringidos" en determinadas cepas).

A finales de los 60, Werner Arber, en Basilea, descubre las enzimas de restricción responsables de ese fenómeno: la cepa de bacteria restrictiva produce unas endonucleasas ("enzimas de restricción, o restrictasas") que escinden el ADN del fago crecido en otra cepa diferente.

Esas primeras enzimas de restricción eran inespecíficas en cuanto al sitio del ADN donde cortaban, pero en 1970 Hamilton Smith, en Baltimore, descubre un nuevo tipo de enzima de restricción totalmente específica: capaz de reconocer una determinada secuencia de ADN, de unos pocos pares de bases, y de cortar en ambas cadenas en lugares concretos.

Algunas restrictasas reconocen como secuencia diana un trecho de 4 pares de bases (pb).

Otras restrictasas reconocen secuencias de 6 pares de bases.

Se han descubierto restrictasas que cortan tras reconocer secuencias más largas.

Las dianas de la mayoría de las restrictasas de este tipo son secuencias palindrómicas, es decir, "capicúas" (nota: la ´ señala el punto de corte). Ej:

5'-G´GAACC-3'

3'-GGTTG´G-5'

Muchas de estas restrictasas cortan en cada cadena en lugares separados del centro geométrico de la diana (como en el ejemplo anterior), de modo que generan extremos protuberantes.

Los extremos protuberantes de distintos fragmentos de ADN generados con la misma restrictasa (incluso de fragmentos de especies distintas), tienen tendencia, al mezclarlos, a emparejarse entre sí por puentes de hidrógeno (siguiendo las reglas de emparejamiento A-T y G-C).

Si ahora añadimos la enzima ADN-ligasa a la mezcla de fragmentos de ADN de orígenes diferentes, se repararán los enlaces fosfodiésteres. Esto es lo que realizaron por primera vez Mertz y Davis en 1972, y enseguida se dan cuenta de que ello podía constituir la base para la producción de moléculas recombinantes in vitro, con material genético de diferentes especies.

Pero este ADN recombinante, generado en el tubo de ensayo, es inerte, no es más que una macromolécula híbrida que por sí sola no hace nada.

Si queremos que el ADN recombinante haga algo, hay que introducirlo en células vivas que sean capaces de expresar su información genética.

Esto nos lleva ya a la idea de lo que es la Ingeniería Genética: la formación in vitro de nuevas combinaciones de material genético, por medio de la inserción de un ADN de interés en un vehículo genético (vector), de modo que tras su introducción en un organismo hospedero el ADN híbrido (recombinante) se pueda multiplicar, propagar, y eventualmente expresarse.

2.2.2 La receta básica de un experimento de Ingeniería Genética

Vamos a ilustrar el concepto de la ingeniería genética con el caso bastante fácil de lograr bacterias que hospeden nuevas combinaciones de ADN:

Partimos de ADN que queremos aislar y estudiar: vamos a llamarlo ADN pasajero

Por otro lado, necesitamos un vehículo genético para transportar y replicar ese ADN: lo llamamos vector. Los vectores son igualmente moléculas de ADN con capacidad de replicarse por sí mismos o de insertarse una vez que se introducen en el organismo adecuado. He aquí una lista de lo que debe poseer idealmente un vector genético:

capacidad de replicación autónoma (es decir, se trata de un replicón), o de integración en el genoma del hospedero.

Marcadores seleccionables: se trata de genes que confieren algún rasgo que se puede rastrear o seleccionar fácilmente en laboratorio. Unos de los más usados son los genes que confieren resistencia a algún antibiótico.

Dianas únicas para al menos una enzima de restricción. En los modernos vectores se ha introducido un trecho de ADN, denominado polilinker, provisto de varias dianas únicas para diferentes enzimas de restricción, de modo que en cada experimento se pueda elegir la que más convenga.

Finalmente, contamos con el organismo anfitrión o huésped. En los primeros tiempos de la I.G. se manipulaban casi exclusivamente bacterias, pero hoy es posible modificar animales y plantas.

Así, pues, el "retrato robot" de un experimento de I.G. podría ser como sigue:

Se corta por separado el ADN del organismo a estudiar y el ADN del vector con la misma restrictasa, de modo que se generan extremos compatibles entre sí (mutuamente cohesivos).

Se juntan ambos ADNs y se les añade ADN-ligasa: de esta forma, las uniones entre ADN pasajero y ADN del vector se sellan covalentemente, generándose moléculas híbridas (quiméricas o recombinantes).

Ahora hay que introducir las moléculas generadas en el organismos huésped. En el caso de bacterias se recurre a una técnica sencilla denominada transformación, que permite la entrada del ADN a través de las envueltas del microorganismo.

Finalmente, hay que localizar las bacterias que han captado y han establecido establemente las moléculas híbridas. A menudo este es el paso más laborioso, pero el hecho de que el vector posea uno o varios genes de resistencia favorece al menos la eliminación de las bacterias que no han recibido ADN del vector: basta añadir al medio de cultivo el antibiótico para el que el vector confiere resistencia. Para localizar los transformantes recombinantes, muchos vectores incorporar un gen marcador que produce alguna sustancia coloreada. Si insertamos el gen a aislar dentro de ese marcador, lo rompemos, por lo que las colonias bacterianas no producirán la sustancia coloreada, sino que permanecen incoloras o blancas.

El resultado del experimento es la obtención de al menos una colonia (clon) de bacterias que portan la combinación buscada de vector con el inserto de ADN pasajero. Se dice entonces que hemos clonado (=aislado) dicho ADN.

El primer experimento de este tipo lo realizaron en 1973 Stanley Cohen y Herbert Boyer en la Universidad de California. Se vio que era factible hacer toda clase de experimentos en los que se recombina ADN de organismos totalmente diferentes (bacterias, plantas, animales).

2.2.3 Caracterización del ADN clonado

Una vez que se ha clonado un gen o trozo de ADN, hay que caracterizarlo lo más detalladamente posible:

Lo primero que se suele hacer es realizar un "mapa físico". Para ello, muestras independientes del ADN clonado son sometidas a distintas enzimas o combinaciones de enzimas de restricción, y los fragmentos resultantes se separan por tamaños usando la electroforesis en gel de agarosa con la sustancia fluorescente bromuro de etidio, revelándose en forma de bandas visibles bajo luz UV. A partir de los tamaños de las bandas generadas por las distintas enzimas y combinaciones de enzimas, es posible ensamblar el rompecabezas del fragmento, determinando un mapa donde se van colocando las localizaciones relativas de las distintas dianas de las restrictasas.

A partir de la subclonación de fragmentos del trozo original, es posible, en algunos casos, ir adjudicando funciones a cada subfragmento, lo cual va generando en paralelo un "mapa genético".

El último nivel (el más detallado) de caracterización física es la misma secuenciación del ADN.

En los primeros tiempos se usaba sobre todo el "método químico" de Maxam y Gilbert

Pero el más usado actualmente es el método de terminación de cadena mediante didesoxinucleótidos (método enzimático de Sanger).

Una modificación del método de Sanger permite la secuenciación automática mediante lectura fluorimética computerizada.

2.2.4 Otros métodos básicos

2.2.4.1 Síntesis química de ADN

Actualmente existen máquinas programables para sintetizar rápidamente secuencias determinadas de más de 100 nucleótidos. Se usan a menudo para generar sondas moleculares en la búsqueda y caracterización de determinados segmentos de ADN, y sobre todo para producir los cebadores usados en la reacción en cadena de la polimerasa.

2.2.4.2 Reacción en cadena de la polimerasa (PCR)

No cabe ninguna duda de que la técnica más revolucionaria de los últimos 15 años ha sido la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), que ha dado nuevas alas a la propia Ingeniería genética y a toda la biología molecular. Fue inventada por Kary Mullis a mediados de los años 80.

Como ya sabemos, muchas de las técnicas clásicas de la Ingeniería genética estaban encaminadas a resolver el complejo problema de cómo clonar o localizar un gen o un segmento de ADN concreto "perdido" en la inmensidad del genoma. Sin embargo, esas técnicas son a menudo largas y tediosas, y no es raro que no den resultados. La PCR ha venido a cambiar el panorama, ya que permite en principio producir in vitro grandes cantidades de una secuencia de ADN concreta sin recurrir a la clonación en un organismo huésped. Esencialmente la técnica permite la amplificación selectiva de cualquier trecho de ADN, supuesto que se conocen las secuencias que lo flanquean. Como alguien ha dicho, "es una técnica que consigue encontrar la aguja en el pajar, al tiempo que produce un pajar de agujas por amplificación selectiva".

El principio que sustenta la PCR

El ADN de cadena doble que se quiere amplificar se calienta casi hasta ebullición, de modo que se separan las dos cadenas, las cuales van a servir de moldes más adelante.

Se añaden dos cebadores (normalmente fabricados por síntesis química; ver apartado 2.2.4.1). Cada cebador es un corto oligonucleótido, correspondiente a una de las secuencias que flanquean el trozo a amplificar. Al bajar la temperatura, cada cebador se empareja por puentes de hidrógeno con la secuencia complementaria de una de las cadenas del molde, y obligará a la ADN-polimerasa a comenzar la copia de esa cadena molde complementaria (por supuesto, en sentido 5'->3')

Al añadir la ADN-polimerasa y los 4 tipos de desoxinucleósido-trifosfato (dNTPs), se produce la síntesis de las respectivas cadenas complementarias de cada molde, a partir de los respectivos cebadores. Al final de esta fase, tenemos el doble de cadenas de ADN de doble cadena respecto a las de partida.

Luego la mezcla se vuelve a calentar hasta casi ebullición, con lo que se vuelven a separar la cadenas, que en su forma de cadenas sencillas sirven para iniciar otro ciclo idéntico al anterior, al final del cual tendremos el cuádruple de ADN.

Si repetimos el protocolo n ciclos, el resultado será 2n copias a partir de las originales.

La técnica básica de la PCR

El ADN a usar no precisa ser purificado.

La cantidad de partida puede ser minúscula (<1 microgramo de ADN genómico). De hecho se puede amplificar a partir de una sola molécula de molde.

El empleo de ADN-polimerasas termorresistentes, como la Taq (procedente de la bacteria Thermus aquaticus descubierta junto a los géiseres de Yellowstone), evita tener que añadir polimerasa nueva en cada ciclo de amplificación.

En resumidas cuentas, el experimento suele realizarse según este orden:

En un tubito se mezcla el ADN molde, los dos cebadores (oligonucleótidos), los cuatro dNTPs y la ADN-polimerasa termorresistente.

Se calienta a 94ºC durante 5 min, con lo que se separan las cadenas del ADN molde a amplificar, generándose las correspondientes cadenas sencillas.

Se baja la temperatura en torno a los 60ºC, de modo que cada cebador se empareja con el extremo correspondiente de una de las cadenas del molde. Se dice que ahora tenemos los moldes cebados.

Se sube la temperatura hasta 72ºC (la óptima de funcionamiento de la Taq), y se deja durante 5 min, tiempo durante el que se está produciendo la síntesis in vitro de las cadenas complementarias de cada hebra molde.

Se sube la temperatura a 94ºC durante 20 segundos, suficientes para separar la cadena recién sintetizada respecto del molde original.

Las cadenas sencillas generadas entran ahora en un nuevo ciclo (pasos 1 al 5), y así sucesivamente, de modo que tras 30-60 ciclos obtenemos una amplificación del ADN original de millones o miles de millones de veces.

Todo este proceso se realiza en unos aparatos automáticos llamados termocicladores, en los que se pueden fijar los parámetros de tiempos y temperaturas de cada paso del ciclo. El método de PCR fue patentado en 1987, y en principio fue comercializado por la empresa Cetus, si bien desde 1991 los derechos fueron adquiridos por Hoffman-La Roche y Perkin Elmer. Las ganancias de este método tan universalmente empleado son astronómicas.

Las aplicaciones de la PCR y de sus numerosas variantes son prácticamente ilimitadas:

simplifica sobremanera muchos experimentos de I.G.

permite muchos estudios de expresión genética

secuenciación directa de secuencias amplificadas

detección de mutaciones

seguimiento de la efectividad de tratamiento de enfermedades

diagnósticos de enfermedades genéticas e infecciosas

en ciencia forense: identificación de restos biológicos, determinación de paternidad, pruebas periciales en criminalística

en arqueología y paleontología

NOTICIAS

Asesinaron de un balazo a investigador del Instituto de Biotecnología de la UNAM Destacado

por Alejandro López Arce

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El hombre quedó dentro de su vehículo.

Hola, Gracias por utilizar el nuevo sistema de lectura automatizada de la Unión de Morelos. Titulo de la noticia: Asesinaron de un balazo a investigador del Instituto de Biotecnología de la UNAM. Publicada el: Jueves, 10 de Noviembre de 2011 05:35. En: Justicia. Escrita por: Alejandro López Arce. Texto completo:

Presuntamente la víctima fue privada de la vida cuando intentaron robarle su camioneta.

Ernesto Méndez Salinas, catedrático e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), fue asesinado de un certero balazo en la cabeza cuando viajaba a bordo de su camioneta.

Al parecer, el móvil del crimen fue porque el o los delincuentes intentaron robarle su vehículo.

Fue alrededor de las 22:15 horas del martes cuando el sistema de emergencias 066 registró una llamada telefónica que informó que en la avenida Teopanzolco esquina con Río Balsas de Cuernavaca estaba una persona herida a bordo de una camioneta.

Los paramédicos al llegar al lugar observaron a la víctima que estaba en el asiento del piloto de una camioneta marca Honda tipo CR-V, color gris, con placas de circulación PWX-3082, la cual quedó atravesada sobre la mencionada avenida, frente a un señalamiento de “Crucero Peligroso”.

El individuo que ya no presentaba signos de vida vestía una sudadera, pantalón de mezclilla azul, cinturón negro y calzaba tenis café.

Al lugar arribaron agentes municipales, estatales, ministeriales y el personal del Servicio Médico Forense (Semefo) que realizó el levantamiento del cadáver identificado como Ernesto Méndez Salinas de 51 años de edad, vecino de la calle Morelos, número 124, colonia Rodolfo Nava del municipio de Cuernavaca.

Los criminalistas hallaron entre las pertenencias del occiso un reloj marca Quart con correa color negro, un teléfono celular Nokia 5.0 negro, billetes de diferentes denominaciones, dos juegos de llaves, un pañuelo blanco con manchas de sangre, una funda para teléfono color negro, una cartera negra y en el interior de la misma tarjetas de crédito y tres identificaciones con foto como IFE, licencia de conducir y credencial de su trabajo.

La camioneta del catedrático tenía el cristal de la puerta del piloto roto debido al impacto de bala.

Los agentes ministeriales buscaron por el lugar de los hechos algún casquillo pero no encontraron nada.

La mañana de ayer miércoles el personal de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) arribó a la avenida Teopanzolco para hacer una reconstrucción de los hechos.

Las autoridades determinaron que Ernesto Méndez al circular sobre la avenida Teopanzolco fue interceptado para ser despojado de su vehículo.

Los delincuentes le dispararon al docente y el proyectil fue certero, ya que le dieron en la cabeza.

Posteriormente el afectado ya inconsciente terminó invadiendo el carril contrario.

El caso quedó asentado en la carpeta de investigación SC01/10682/2011.

Ernesto Méndez Salinas laboraba como investigador de la UNAM en el Instituto de Biotecnología, tenía una maestría en Investigación Biomédica Básica y un doctorado en Biotecnología, títulos obtenidos mediante mención honorífica.

También obtuvo la medalla Gabino Barreda y estuvo aportando conocimiento a universidades como la Universidad de Washington.

Fue galardonado con el Premio Bienal Funsalud en Enfermedades Gastrointestinales (Nadro) Fundación Mexicana para la Salud (2002).

Cabe destacar que ya se han registrado al menos dos atentados similares al que sufrió Ernesto Méndez.

Los agraviados al oponerse al robo han sido agredidos a balazos por los delincuentes

2.-

Biotecnología llega al Vaticano

Especialistas de todo el mundo están invitados a una conferencia en el Vaticano para discutir sobre la utilización de las células madres adultas para el tratamiento de enfermedades.

Voz de América | Redacción

Foto: AP

En Nueva York, en mayo de 2010, el reverendo Tomasz Trafny anunció el primer convenio de colaboración entre el Vaticano y una empresa comercial.

La Oficina de Cultura del Vaticano y la empresa estadounidense NeoStem Inc realizarán una conferencia sobre el uso de células madres adultas.

El evento, un poco inusual para el Vaticano, intentará enfocarse en la utilización de las células madres adultas para el tratamiento de enfermedades, en lugar de centrarse en la investigación con células madres de origen embrionario.

La Iglesia Católica se opone a la investigación con células madres de origen embrionario debido a que los embriones son destruidos en el proceso, y según las creencias de esta religión, la vida comienza en la concepción.

El Vaticano invitó a líderes religiosos, legisladores, especialistas en ética y representantes de la industria de las células madres a esta convención, que hace parte de una iniciativa de cinco años del Departamento de Ciencias y Fe del Vaticano, en la que se comprometen a dar un millón de dólares para promover la investigación de terapias con células madres.

En 2010, el Vaticano donó $2,7 millones de dólares para la investigación del uso potencial de células madres para los tratamientos intestinales y otros males, un proyecto liderado por la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland.

Actualmente, varios tratamientos médicos utilizan células madres con pacientes de leucemia, linfoma y otras enfermedades de sangre.

Sin embargo, a pesar de que varios científicos ven muchas más posibilidades en las investigaciones con células madres de origen embrionario, en especial para pacientes con la enfermedad de Parkinson o diabetes, este sigue siendo un tema muy controversial.

Las autoridades del Vaticano indicaron que este convenio con una compañía comercial de biotecnología es único, pero “esto no es solo un evento, sino un itinerario de proyectos”, declaró el reverendo Tomasz Trafny, director de la Oficina de Cultura.

La misión de NeoStem, con sede en Nueva York, se asemeja a las preocupaciones del Vaticano de promover la investigación con células madres exclusivamente y de ampliar el conocimiento público de este asunto, informó la Iglesia Católica.

3.- La biotecnología será abordada en curso del Iniap

por ANDES/OM » 18:00 - 8 nov 2011

Quito, 08 nov (Andes).- El Instituto Nacional Autónomo de Investigaciones Agropecuarias (Iniap) organizará del 14 al 18 de noviembre un curso teórico práctico titulado “Uso y Aplicaciones de Marcadores Moleculares en Biotecnología Agrícola”.

Las actividades se realizarán en la Estación Experimental Tropical Pichilingue, ubicada en la provincia de Los Ríos.

Este curso tiene busca capacitar a los participantes sobre el uso de técnicas de biología molecular para la identificación de microorganismos.

Según autoridades del Iniap, la biotecnología agrícola es considerada como una herramienta poderosa con potencial de contribuir a mejorar la productividad de los sistemas agrícolas y la calidad de los alimentos y del medio ambiente.

En la parte teórica del curso se tratarán temas referentes a la estructura y funciones del ADN, marcadores moleculares y a su aplicación, biotecnología molecular aplicada a la caña de azúcar y el uso de mutaciones inducidas en banano para mejoramiento genético, entre otros.

En la parte práctica se realizarán, extracciones de ADN de cacao y banano, interpretación de resultados obtenidos, análisis estadístico, etc.

El evento contará con expositores del Departamento de Biotecnología del Iniap, de la Universidad Estatal de Quevedo, del Centro de Investigaciones de Caña de Azúcar del Ecuador y de la Universidad de Guayaquil./O

Productos transgénicos






Alimento transgénico

Áreas con cultivos de GMO en 2005.

Los cinco países que producen más del 95% de GMO :Otros países con GMOs comercializados Puntos naranja: sólo cultivos experimentales.

Los alimentos sometidos a ingeniería genética o alimentos transgénicos son aquellos que fueron producidos a partir de un organismo modificado genéticamente mediante ingeniería genética. Dicho de otra forma, es aquel alimento obtenido de un organismo al cual le han incorporado genes de otro para producir las características deseadas. En la actualidad tienen mayor presencia alimentos procedentes de plantas transgénicas como el maíz, la cebada o la soja.

La ingeniería genética o tecnología del ADN recombinante es la ciencia que manipula secuencias de ADN (que normalmente codifican genes) de forma directa, posibilitando su extracción de un taxón biológico dado y su inclusión en otro, así como la modificación o eliminación de estos genes. En esto se diferencia de la mejora clásica, que es la ciencia que introduce fragmentos de ADN (conteniendo como en el caso anterior genes) de forma indirecta, mediante cruzamientos dirigidos. La primera estrategia, la de la ingeniería genética, se circunscribe en la disciplina denominada biotecnología vegetal. Cabe destacar que la inserción de grupos de genes y otros procesos pueden realizarse mediante técnicas de biotecnología vegetal que no son consideradas ingeniería genética, como puede ser la fusión de protoplastos.

La mejora de las especies que serán usadas como alimento ha sido un motivo común en la historia de la Humanidad. Entre el 12.000 y 4.000 a. de C. ya se realizaba una mejora por selección artificial de plantas. Tras el descubrimiento de la reproducción sexual en vegetales, se realizó el primer cruzamiento intergenérico (es decir, entre especies de géneros distintos) en 1876. En 1909 se efectuó la primera fusión de protoplastos, y en 1927 se obtuvieron mutantes de mayor productividad mediante irradiación con rayos X de semillas. En 1983 se produjo la primera planta transgénica. En estas fechas, unos biotecnólogos logran aislar un gen e introducirlo en un genoma de la bacteria Escherichia coli ( E.Coli ). Tres años más tarde, en 1986, Monsanto, empresa multinacional dedicada a la biotecnología, crea la primera planta genéticamente modificada. Se trataba de una planta de tabaco a la que se añadió a su genoma un gen de resistencia para el antibiótico Kanamicina. Finalmente, en 1994 se aprueba la comercialización del primer alimento modificado genéticamente, los tomates Flavr Savr, creados Calgene, una empresa biotecnóloga. A estos se les introdujo un gen antisentido con respecto al gen normal de la poligalacturonasa, enzima que induce a la maduración del tomate, de manera que este aguantaría más tiempo maduro y tendría una mayor resistencia. Pero pocos años después, en 1996, este producto tuvo que ser retirado del mercado de productos frescos al presentar consecuencias imprevistas como una piel blanda, un sabor extraño y cambios en su composición. Aun así, estos tomates se usan para la producción de tomates elaborados.

En el año 2007, los cultivos de transgénicos se extienden en 114,3 millones de hectáreas de 23 países, de los cuales 12 son países en vías de desarrollo.4 En el año 2006 en Estados Unidos el 89% de plantaciones de soya (o soja) lo eran de variedades transgénicas, así como el 83% del algodón y el 61% del maíz.

Beneficios

Ciruela transgénica.

Los caracteres introducidos mediante ingeniería genética en especies destinadas a la producción de alimentos comestibles que buscan el incremento de la productividad (por ejemplo, mediante una resistencia mejorada a las plagas) así como la introducción de características de calidad nuevas. Debido al mayor desarrollo de la manipulación genética en especies vegetales, todos los alimentos transgénicos corresponden a derivados de plantas. Por ejemplo, un carácter empleado con frecuencia es la resistencia a herbicidass, puesto que de este modo es posible emplearlos afectando sólo a la flora ajena al cultivo. Cabe destacar que el empleo de variedades modificadas y resistentes a herbicidas ha disminuido la contaminación debido a estos productos en acuíferos y suelo,6 si bien es cierto que no se requeriría el uso de estos herbicidas tan nocivos por su alto contenido en glifosato (GLY) y amonio glifosinado (GLU) si no se plantaran estas variedades, diseñadas exclusivamente para resistir a dichos compuestos.

Las plagas de insectos son uno de los elementos más devastadores en agricultura. Por esta razón, la introducción de genes que provocan el desarrollo de resistentes a uno o varios órdenes de insectos ha sido un elemento común a muchas de las variedades patentadas. Las ventajas de este método suponen un menor uso de insecticidas en los campos sembrados con estas variedades, lo que redunda en un menor impacto en el ecosistema que alberga al cultivo y por la salud de los trabajadores que manipulan los fitosanitarios.

Recientemente se están desarrollando los primeros transgénicos animales. El primero en ser aprobado para el consumo humano en Estados Unidos fue un salmón AquaBounty (2010), que era capaz de crecer en la mitad de tiempo y durante el invierno gracias al gen de la hormona de crecimiento de otra especie de salmón y al gen "anticongelante" de otra especie de pez.

Polémica

Protesta de organizaciones agrarias españolas en contra de los transgénicos en la agricultura ecológica (Puerta del Sol de Madrid, 30 de agosto de 2008).

En varios países del mundo han surgido grupos opuestos a los organismos genéticamente modificados, formados principalmente por ecologistas, asociaciones de derechos del consumidor, algunos científicos y políticos, los cuales exigen el etiquetaje de estos, por sus preocupaciones sobre seguridad alimentaria, impactos ambientales, cambios culturales y dependencias económicas. Llaman a evitar este tipo de alimentos, cuya producción involucraría daños a la salud, ambientales, económicos, sociales y problemas legales y éticos por concepto de patentes. De este modo, surge la polémica derivada entre sopesar las ventajas e inconvenientes del proceso. Es decir: el impacto beneficioso en cuanto a economía,9 estado medioambiental del ecosistema aledaño al cultivo6 y en la salud del agricultor ha sido descrito,10 pero las dudas respecto a la posible aparición de alergias, cambios en el perfil nutricional, dilución del acervo genético y difusión de resistencias a antibióticos también.

Por otro lado, la práctica de modificar genéticamente las especies para uso del hombre, acompaña a la humanidad desde sus orígenes (ver domesticación), por lo que los sectores a favor de la biotecnología esgrimen estudios científicos para sustentar sus posturas, y acusan a los sectores anti-transgénicos de ocultar o ignorar hechos frente al público.

Por su parte, los científicos resaltan que el peligro para la salud se ha estudiado porme-norizadamente en todos y cada uno de este tipo de productos que hasta la fecha han obtenido el permiso de comercialización y que sin duda, son los que han pasado por un mayor número de controles.

La Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO por sus siglas en inglés) por su parte indica con respecto a los transgénicos cuya finalidad es la alimentación:

Hasta la fecha, los países en los que se han introducido cultivos transgénicos en los campos no han observado daños notables para la salud o el medio ambiente. Además, los granjeros usan menos pesticidas o pesticidas menos tóxicos, reduciendo así la contaminación de los suministros de agua y los daños sobre la salud de los trabajadores, permitiendo también la vuelta a los campos de los insectos benéficos. Algunas de las preocupaciones relacionadas con el flujo de genes y la resistencia de plagas se han abordado gracias a nuevas técnicas de ingeniería genética.

Sin embargo, que no se hayan observado efectos negativos no significa que no puedan suceder. Los científicos piden una prudente valoración caso a caso de cada producto o proceso antes de su difusión, para afrontar las preocupaciones legítimas de seguridad.| Resumen de las Conclusiones

La Organización Mundial de la Salud dice al respecto:

Los diferentes organismos OGM (organismo genéticamente modificados) incluyen genes diferentes insertados en formas diferentes. Esto significa que cada alimento GM (genéticamente modificado) y su inocuidad deben ser evaluados individualmente, y que no es posible hacer afirmaciones generales sobre la inocuidad de todos los alimentos GM. Los alimentos GM actualmente disponibles en el mercado internacional han pasado las evaluaciones de riesgo y no es probable que presenten riesgos para la salud humana. Además, no se han demostrado efectos sobre la salud humana como resultado del consumo de dichos alimentos por la población general en los países donde fueron aprobados. El uso continuo de evaluaciones de riesgo según los principios del Codex y, donde corresponda, incluyendo el monitoreo post comercialización, debe formar la base para evaluar la inocuidad de los alimentos GM.

Transferencia horizontal

Se ha postulado el papel de los alimentos transgénicos en la difusión de la resistencia a antibióticos, pues la inserción de ADN foráneo en las variedades transgénicas puede hacerse (y en la mayoría de los casos se hace) mediante la inserción de marcadores de resistencia a antibióticos. No obstante, se han desarrollado alternativas para no emplear este tipo de genes o para eliminarlos de forma limpia de la variedad final y, desde 1998, la FDA exige que la industria genere este tipo de plantas sin marcadores en el producto final. La preocupación por tanto es la posible transferencia horizontal de estos genes de resistencia a otras especies, como bacterias de la microbiota del suelo (rizosfera) o de la microbiota intestinal de mamíferos (como los humanos). Teóricamente, este proceso podría llevarse a cabo por transducción, conjugación y transformación, si bien esta última (mediada por ADN libre en el medio) parece el fenómeno más probable. Se ha postulado, por tanto, que el empleo de transgénicos podría dar lugar a la aparición de resistencias a bacterias patógenas de relevancia clínica.

Sin embargo, existen multitud de elementos que limitan la transferencia de ADN del producto transgénico a otros organismos. El simple procesado de los alimentos previo al consumo degrada el ADN. Además, en el caso particular de la transferencia de marcadores de resistencia a antibióticos, las bacterias del medio ambiente poseen enzimas de restricción que degradan el ADN que podría transformarlas (este es un mecanismo que emplean para mantener su estabilidad genética).2 Más aún, en el caso de que el ADN pudiera introducirse sin haber sido degradado en los pasos de procesado de alimentos y durante la propia digestión, debería recombinarse de forma definitiva en su propio material genético, lo que, para un fragmento lineal de ADN procedente de una planta requiriría una homología de secuencia muy alta, o bien la formación de un replicón independiente.3 No obstante, se ha citado la penetración de ADN intacto en el torrente sanguíneo de ratones que habían ingerido un tipo de ADN denominado M13 ADN que puede estar en las construcciones de transgénicas, e incluso su paso a través de la barrera placentaria a la descendencia. En cuanto a la degradación gastrointestinal, se ha demostrado que el gen epsps de soya transgénica sigue intacto en el intestino. Por tanto, puesto que se ha determinado la presencia de algunos tipos de ADN transgénico en el intestino de mamíferos, debe tenerse en cuenta la posibilidad de una integración en el genoma de la microbiota intestinal (es decir, de las bacterias que se encuentran en el intestino de forma natural sin ser patógenas), si bien este evento requeriría de la existencia de una secuencia muy parecida en el propio ADN de las bacterias expuestas al ADN foráneo.3 La FDA estadounidense, autoridad competente en salud pública y alimentación, declaró que existe una posibilidad potencial de que esta transferencia tenga lugar a las células del epitelio gastrointestinal. Por tanto, ahora se exige la eliminación de marcadores de selección a antibióticos de las plantas transgénicas antes de su comercialización, lo que incrementa el coste de desarrollo pero elimina el riesgo de integración de ADN problemático.

Ingestión de "ADN foráneo"

Planta de tabaco transgénica expresando la luciferasa de la luciérnaga Photinus pyralis, enzima que permite la emisión de fluorescencia.

Un aspecto que origina polémica es el empleo de ADN de una especie distinta a la del organismo transgénico; por ejemplo, que en maíz se incorpore un gen propio de una bacteria del suelo, y que este maíz esté destinado al consumo humano. No obstante, la incorporación de ADN de organismos bacterianos e incluso de virus sucede de forma constante en cualquier proceso de alimentación. De hecho, los procesos de preparación de alimento suelen fragmentar las moléculas de ADN de tal forma que el producto ingerido carece ya de secuencias codificantes (es decir, con genes completos capaces de codificar información. Más aún, debido a que el ADN ingerido es desde un punto de vista químico igual ya provenga de una especie u otra, la especie del que proviene no tiene ninguna influecia.

La transformación de plántulas de cultivo in vitro suele realizarse con un cultivo de Agrobacterium tumefaciens en placas Petri con un medio de cultivo suplementado con antibióticos.

Esta preocupación se ha extendido en cuanto a los marcadores de resistencia a antibióticos que se cita en la sección anterior pero también respecto a la secuencia promotora de la transcripción que se sitúa en buena parte de las construcciones de ADN que se introducen en las plantas de interés alimentario, denominado promotor y que procede del cauliflower mosaic virus (virus del mosaico de la coliflor). Puesto que este promotor produce expresión constitutiva (es decir, continua y en toda la planta) en varias especies, se sugirió su posible transferencia horizontal entre especies, así como su recombinación en plantas e incluso en virus, postulándose un posible papel en la generación de nuevas cepas virales. No obstante, el propio genoma humano contiene en su secuencia multitud de repeticiones de ADN que proceden de retrovirus (un tipo de virus) y que, por definición, es ADN foráneo sin que haya resultado fatal en la evolución de la especie; estas repeticiones se calculan en unas 98.000 o, según otras fuentes, en 400.000. Dado que, además, estas secuencias no tienen por qué ser adaptativas, es común que posean una tasa de mutación alta y que, en el transcurso de las generaciones, pierdan su función. Finalmente, puesto que el virus del mosaico de la coliflor está presente en el 10% de nabos y coliflores no transgénicos, el ser humano ha consumido su promotor desde hace años sin efectos deletéreos.

[editar] Alergenicidad y toxicidad

Se ha discutido el posible efecto como alérgenos de los derivados de alimentos transformados genéticamente; incluso, se ha sugerido su toxicidad. El concepto subyacente en ambos casos difiere: en el primero, una sustancia inocua podría dar lugar a la aparición de reacciones alérgicas en algunos individuos susceptibles, mientras que en el segundo su efecto deletéreo sería generalizado. Un estudio de gran repercusión al respecto fue publicado por Exwen y Pustzai en 1999. En él se indicaba que el intestino de ratas alimentadas con patatas genéticamente modificadas (expresando una aglutinina de Galanthus nivalis, que es una lectina) resultaba dañado severamente. No obstante, este estudio fue severamente criticado por varios investigadores por fallos en el diseño experimental y en el manejo de los datos. Por ejemplo, se incluyeron pocos animales en cada grupo experimental (lo que da lugar a una gran incertidumbre estadística), ni se analizó la composición química con precisión de las distintas variedades de patata empleadas, ni se incluyeron controles en los experimentos y finalmente, el análisis estadístico de los resultados era incorrecto. Estas críticas fueron rápidas: la comunidad científica respondió el mismo año recalcando las falencias del artículo; además, también se censuró a los autores la búsqueda de celebridad y la publicidad en medios periodísticos.

En cuanto a la evaluación toxicológica de los alimentos transgénicos, los resultados obtenidos por los científicos son contradictorios. Uno de los objetivos de estos trabajos es comprobar la pauta de función hepática, pues en este órgano se produce la detoxificación de sustancias en el organismo. Un estudio en ratón alimentado con soya resistente a glifosato encontró diferencias en la actividad celular de los hepatocitos, sugiriendo una modificación de la actividad metabólica al consumir transgénicos.36 Estos estudios basados en ratones y soya fueron ratificados en cuanto a actividad pancreática y testículo. No obstante, otros científicos critican estos hallazgos debido a que no tuvieron en cuenta el método de cultivo, recolección y composición nutricional de la soya empleada; por ejemplo, la lína empleada era genéticamente bastante estable y fue cultivada en las mismas condiciones en el estudio de hepatocitos y páncreas, por lo que un elemento externo distinto al gen de resistencia a glifosato podría haber provocado su comportamiento al ser ingerido. Más aún, el contenido en isoflavonas de la variedad transgénica puede explicar parte de las modificaciones descritas en el intestino de la rata, y este elemento no se tuvo en cuenta puesto que ni se midió en el control ni en la variedad transgénica. Otros estudios independientes directamente no encontraron efecto alguno en el desarrollo testicular de ratones alimentados con soya resistente a glifosatoo maíz Bt.

[editar] Propiedad intelectual

Un argumento frecuentemente esgrimido en contra de los alimentos transgénicos es el relacionado con la gestión de los derechos de propiedad intelectual y/o patentes, que obligan al pago de regalías por parte del agricultor al mejorador. Además, se alude al uso de estrategias moleculares que impiden la reutilización del tomate, es decir, el empleo de parte de la cosecha para cultivar en años sucesivos. Un ejemplo conocido de este último aspecto es la tecnología Terminator, englobado en las técnicas de restricción de uso (GURT), desarrollada por el Departamento de Agricultura de EE.UU. y la Delta and Pine Company en la década de 1990 y que aún no ha sido incorporada a cultivares comerciales, y por supuesto no está autorizada su venta. La restricción patentada opera mediante la inhibición de la germinación de las semillas, por ejemplo. Cabe destacar que el uso del vigor híbrido, una de las estrategias más frecuentes en mejora vegetal, en las variedades no tradicionales pero no transgénicas también imposibilita la reutilización de semillas. Este procedimiento se basa en el cruce de dos líneas puras que actúan como parentales, dando lugar a una progenie con un genotipo mixto que posee ventajas en cuanto a calidad y rendimiento. Debido a que la progenie es heterocigota para algunos genes, si se cruza consigo misma da lugar a una segunda generación muy variable por simple mendelismo, lo que resulta inadecuado para la producción agrícola.

En cuanto a la posibilidad de patentar las plantas transgénicas, éstas pueden no someterse a una patente propiamente dicha, sino a unos derechos del obtentor, gestionados por la Unión Internacional para la Protección de Nuevas Variedades de Plantas. Brasil, España, Bolivia o Chile se encuentran en esa unión, siendo un total de 66 en diciembre de 2008 (entre los países no participantes destaca EE. UU.). Para la UPOV en su revisión de 1991, la ingeniería genética es una herramienta de introducción de variación genética en las variedades vegetales. Bajo esta perspectiva, las plantas transgénicas son protegidas de forma equivalente a la de las variedades generadas por procedimientos convencionales; este hecho necesariamente exige la posibilidad de emplear variedades protegidas para agricultura de subsistencia e investigación científica. La UPOV también se pronunció en 2003 sobre las tecnologías de restricción de uso como la Terminator mencionada anteriormente: de acuerdo a la existencia de un marco legal de protección de las nuevas variedades, se indica que la aplicación de estas tecnologías no es necesaria

DEFINICIÓN:

Un organismo transgénico o un organismo modificado genéticamente (OMG) es aquel organismo al que se ha alterado la información genética propia con la adición de muy pocos genes (generalmente uno) procedentes de otro organismo, normalmente de otra especie.

ORIGEN:

Desde el principio de su existencia, el hombre ha aprovechado la variación genética natural para seleccionar, por técnicas de cruce y selección, especies de plantas y de animales. En el campo de la alimentación ha utilizado microorganismos y enzimas para elaborar numerosos productos.

La aplicación de la ingeniería genética entre las especies implica muy pocos cambios fundamentales con respecto a las técnicas tradicionales; sin embargo, es una tecnología revolucionaria puesto que permite identificar, aislar e introducir un determinado gen o genes en un organismo de una forma directa y controlada.

TIPOS: Hay productos transgénicos de origen vegetal, animal y fermentados (pan, cerveza, derivados lácteos,....). En el mundo vegetal se estudia la incorporación de genes que proporcionan resistencia a plagas y patógenos, retraso en el proceso de maduración, soportar las condiciones ambientales extremas, aumento del valor nutricional de algún alimento, etc. Pero en el campo animal, los avances se realizan de una forma mas lenta puesto que los cambios en animales implican mayores repercusiones éticas y sociales.

SALUD PERSONAL: Los alimentos transgénicos que se han comercializado no son mas peligrosos para la salud que los convencionales de los que proceden, ya que cualquier alimento modificado genéticamente, antes de obtener su autorización para su puesta en el mercado, ha de pasar una serie de estudios estrictos, entre ellos pruebas toxicológicas, para descartar cualquier riesgo sanitario. Pueden pasar de unos 4 a 5 años. Estudios minuciosos demuestran que el contenido nutricional del alimento es el mismo que el de origen y que no se han producido aumentos de ninguna sustancia toxica ni de su potencial alergénico. En la CE existe una estricta regulación al respecto

¿Para que se obtienen vegetales transgénicos?

Actualmente existen, comercializados o en proceso avanzado de desarrollo, vegetales modificados para:

Que tengan una vida comercial mas larga.

Resistan condiciones ambientales agresivas, como heladas, sequías y suelos salinos.

Resistan herbicidas.

Resistan plagas de insectos.

La modificación mas interesante en animales sería conseguir vacas que incluyeran en la leche proteínas de la leche humana con efecto protector, como la lactoferrina.

Los expertos predicen que para el año 2005, el 25% de la producción agrícola en Europa lo será de productos genéticamente modificados. Habrá patatas con genes nuevos que impedirán al tubérculo absorber la mayoría del aceite en que se fríe, con lo que disminuirán las calorías que tiene una ración de patatas fritas. Habrá frambuesas que resistirán a las heladas y que se cultivarán en países que nunca pensaron en hacerlo. Habrá, posiblemente, plátanos transgénicos capaces de albergar en su interior vacunas. Habrá campos de un trigo especial, transgénico, que producirá la mejor de las posibles harinas para fabricar pan.

La bioctecnología de la alimentación será entre otras cosas, según sus defensores, una ayuda para los países en vías de desarrollo, que podrán resolver más fácilmente la mayoría de los problemas que tienen actualmente para cultivar determinados alimentos.

¿Cuantos alimentos transgénicos existen?

En este momento solamente se utilizan unos cuantos vegetales modificados genéticamente

El primer alimento disponible para el consumo producido por ingeniería genética fue el tomate "Flavr Svr". Este tomate había sido modificado para que resistiera mas tiempo después de madurar.

Otro producto importante es la soja transgénica. En este caso, lo que se ha hecho es introducir un gen que la hace resistente a un herbicida.

El maíz transgénico se ha obtenido para que sea resistente a un insecto, el taladro del maíz, y a un herbicida

Las perspectivas de esta tecnología son muy amplias. ya existen varias docenas de plantas mas a punto de comercializarse, y en los próximos años su numero ascenderá a centenares

¿Pueden producir alergias los productos transgénicos?

La alergia es la reacción exagerada del organismo contra una sustancia (normalmente una proteína) extraña a él. La soja (o cualquier vegetal) tiene miles de proteínas extrañas para el hombre, por lo que existen bastantes personas alérgicas a la soja, al cacahuete, a las fresas, etc. La soja transgénica tiene una proteína mas entre esos miles, por lo que el aumento del riesgo es minúsculo. Y naturalmente, el riesgo desaparece por completo cuando la soja se procesa para obtener otro producto.

¿Pueden elevar el riesgo de creación de resistencias antibióticas en muchos microorganismos?

Otra de las acusaciones, sin mucho fundamento, que se vierten contra los alimentos genéticamente manipulados es la de su potencial para seleccionar microorganismos resistentes a ciertos antibióticos. La primera de las fases de manipulación de genes en casi todas las experiencias de creación de plantas transgénicas involucra el uso de segmentos de DNA resistentes a dos tipos de antibióticos: la kanamicina y la neomicina. Estos genes se utilizan como marcadores para seleccionar ciertas semillas y son genes que después de la primera fase no tienen trascendencia alguna en el resto del experimento.

Pero, sin embargo, los genes resistentes a antibióticos se quedan en la planta transgénica. Según los temerosos, este DNA puede pasar del tubo digestivo a los microorganismos que existen en la flora intestinal.

Puesto que ciertas bacterias del intestino son peligrosas si pasan a la sangre, si esto ocurriera esos gérmenes patógenos serían insensibles a la kanamicina y a la neomicina.

La capacidad de generar bacterias resistentes a la kanamicina y a la neomicina, es difícil de probar. En primer lugar, nunca se ha demostrado que un gen consumido por boca haya sido trasmitido a una bacteria del intestino. Los investigadores dudan de que esta posibilidad llegue a ser realidad alguna vez, ya que existen muchos condicionantes biológicos que la hacen ciertamente improbable.

Además, en el hipotético caso de que se trasmitiera este tipo de resistencia a una bacteria peligrosa para el hombre habría que tener en cuenta que tanto la kanamicina como la neomicina -los antibióticos usados en investigación transgénica- son tóxicos para el hombre y raramente usados en la clínica humana.

¿ Son los productos transgénicos peligrosos para el medio ambiente?

Efectos sobre el medio ambiente

Efectos potenciales de la resistencia a herbicidas

Inconvenientes potenciales:

Uso exagerado de herbicidas por parte de los agricultores, afectando al medio ambiente.

Efectos de la resistencia a insectos.

Inconvenientes potenciales:

Reducción de la población de insectos, afectando a animales insectívoros (aves, murciélagos) al privarles de sus presas. Es un efecto muy poco importante, ya que solamente mata a aquellos insectos que pretenden alimentarse a expensas de la cosecha.

Ventajas potenciales:

Reduce el uso de insecticidas. Solamente afecta a los insectos perjudiciales para la planta concreta.

¿Cuando consumimos alimentos modificados genéticamente?

La utilización de la soja como alimento, como tal soja, es puramente anecdótica. La soja se utiliza como materia prima para obtener aceite, que luego es procesado químicamente por hidrogenación, y lecitina. Ninguno de estos dos productos contienen la proteína que ha sido introducida para inducir la resistencia. Son por tanto idénticos en todas sus propiedades físicas, químicas, biológicas, nutricionales y toxicológicas , procedan de soja "normal" o de soja "transgénica".

Casi lo mismo puede decirse del maíz. Sus aplicaciones fundamentales son la obtención de almidón y de glucosa a partir de ese almidón. Ninguno de estos dos productos contiene DNA ni proteínas, ni "normales" ni "transgénicas".

Etiquetado

Estos alimentos deben superar para su puesta en el mercado una rígida evaluación para asegurar su seguridad y su inocuidad.

En el etiquetado ha de aparecer reflejada la siguiente información:

Las propiedades alimentarias tales como la composición, valor nutritivo y/o el uso al que se destinen.

La presencia de materias con determinados efectos sobre la salud no presentes en el producto equivalente ya existente.

La presencia de un organismo modificado genéticamente (OMG) obtenido mediante alguna de las técnicas utilizadas para tal efecto.

Además en el etiquetado de semillas de soja y maíz debe ir la siguiente información:

Si el producto contiene lista de ingredientes deberán de figurar entre paréntesis bajo la mención: producido a partir de soja modificado genéticamente.

Si el producto carece de lista de ingredientes las menciones señaladas deberán figurar en el etiquetado del alimento.

Mas información al respecto aparece en la página de ETIQUETADO EN GENERAL

¿Por que los fabricantes se oponen al etiquetado de los productos transgenicos?

En el caso de productos como el tomate, es posible el etiquetado diferencial. De hecho, los tomates Flavr Svr suelen etiquetarse uno por uno. La compañía ganó en Estados Unidos el juicio contra los que querían obligarle al etiquetado individual. Pero después de esto, decidió libremente etiquetarlos, ya que consideraba (con razón) que su superior calidad debía quedar evidente para los consumidores.

En el caso de la soja, el etiquetado es casi imposible. La soja se manipula a granel, en cantidades enormes, y ya muchas granjas mezclan las distintas variedades nada mas cosecharlas. En los silos y barcos de transporte se mezcla todavía mas. Además, en el caso de la soja que no se come como tal ( casi toda) esto no tiene la menor importancia, ya que como se ha dicho, el aceite y la lecitina que se obtienen no contienen material genético.

Noticias de actualidad sobre los alimentos transgénicos. ( Abril 2000 )

Los alimentos con más del 1% de transgénicos deberán advertirlo en la etiqueta

BRUSELAS.- Los alimentos que incluyan en su composición hasta un 1% de organismos transgénicos deberán especificarlo en su etiquetado, según la normativa de la UE que entró ayer en vigor.

El límite del 1% tiene como objetivo pasar por alto la presencia accidental de transgénicos en los alimentos convencionales, según fuentes comunitarias. La Comisión argumenta que en algunas ocasiones se utilizan los mismos medios de transporte para cargamentos de productos modificados y de productos convencionales, lo que provoca, a menudo, la contaminación involuntaria de estos últimos, según informa Efe.

También entró ayer en vigor la ampliación del etiquetado de productos transgénicos a los aditivos y a los aromas que los incluyan en su composición, una medida que afectará a una amplia gama de alimentos. Un ejemplo es la lecitina de soja o el almidón de maíz, utilizados en numerosas marcas de chocolate que ahora tendrán que especificarlo en sus etiquetas.

NUEVA YORK.- La Academia Nacional de las Ciencias de Estados Unidos ha vuelto a considerar seguras las cosechas de alimentos genéticamente modificados, pero ha alertado al gobierno norteamericano para que redoble su vigilancia: hay que evitar riesgos potenciales para la salud, las alergias y la creación de resistencias antibióticas en muchos microorganismos.

«No hemos encontrado distinciones entre los riesgos que producen para la salud las plantas que han sido modificadas genéticamente y las que se producen de forma convencional. Que las cosechas sean transgénicas no las hace peligrosas», ha reconocido Perry Adkisson, el director del Centro Nacional de Investigación, que ha realizado el estudio y que ha prestado mucha atención a los riesgos de los alimentos cuyo genoma ha sido alterado en un laboratorio en el medio ambiente.

Los defensores de estos alimentos como el tomate, el plátano y el trigo transgénicos aseguran que son la garantía de que grandes cantidades de la población mundial no se mueran de hambre. Afirman que sirven para potenciar el crecimiento de muchos productos en regiones del mundo donde es imposible su cultivo.

En la actualidad, unos 28 millones de hectáreas de cultivos en Estados Unidos son genéticamente alteradas y su uso divide a los agricultores, a los consumidores y a muchos expertos que consideran que existen riesgos desconocidos potencialmente muy peligrosos.

El estudio advierte que se necesita más información para evaluar los riesgos a la salud.

Algunos datos importantes:

- Sólo diez multinacionales controlan casi el 70% del mercado mundial de semillas lo que significa que los y las agricultoras tienen poca capacidad de elección.

- Los cultivos transgénicos no alimentan al mundo. El 99,5% de agricultores y agricultoras no los cultivan.

- La agricultura industrial usa fertilizantes sintéticos y agroquímicos que contaminan nuestros suelos y aguas, recursos necesarios para producir alimentos sanos ahora y en el futuro.

- El excesivo uso de fertilizantes de síntesis en la agricultura industrial contribuye al agravamiento del cambio climático.

Greenpeace se opone a toda liberación de OMG al medio ambiente (liberación de animales o plantas). Los ensayos en campo o cultivos experimentales, incluso a pequeña escala, presentan igualmente riesgos de contaminación genética, por lo que también deben prohibirse.

Greenpeace no se opone a la biotecnología siempre que se haga en ambientes confinados, controlados, sin interacción con el medio. A pesar del gran potencial que tiene la biología molecular para entender la naturaleza y desarrollar la investigación médica, esto no puede ser utilizado como justificación para convertir el medio ambiente en un gigantesco experimento con intereses comerciales.

¡Tenemos el derecho y la responsabilidad de conocer y decidir cómo y dónde se producen nuestros alimentos! Únete a Greenpeace en la defensa de una agricultura sana y sostenible. Firma la petición.